Nadie duda de la importancia del sueño y el descanso en los seres humanos.
Si bien esto es cierto, lo es más aún en el caso de los más pequeños de la casa.
Índice de contenidos
¿Por qué es tan Importante el Sueño en los Bebés?
Lo primero es conocer por qué es tan importante el sueño en los seres humanos.
El sueño es un proceso mental en el que se procesa información almacenada en la memoria, y se caracteriza por una actividad fisiológica muy baja. El pulso y la presión sanguínea disminuyen, así como la frecuencia respiratoria.
En los adultos, el sueño tiene dos fases que se repiten de forma periódica durante la noche: la fase no-REM (aproximadamente el 75% del sueño) y la fase REM (el 25% restante).
Esta última es, tal vez, la más conocida, y se caracteriza por el movimiento de ojos (de ahí su nombre, Rapid Eye Movement en inglés), siendo la fase más activa y en la que se producen los sueños.
En los bebés, sin embargo, ocurre al contrario.
La fase activa, REM, predomina sobre la no-REM (también conocida como fase tranquila). Esto es así debido a que la fase no-REM requiere de una mayor madurez cerebral.
Precisamente, durante la fase REM el cerebro del bebé está activo, recibiendo estímulos del exterior, y son precisamente estos estímulos externos los que propician el desarrollo del cerebro del bebé: aprendizaje, memoria, etc.
Por otra parte, aunque la hormona del crecimiento se segrega durante todo el día, aproximadamente el 80% de esta secreción se produce durante el sueño. Por tanto, el sueño del bebé es fundamental para un normal crecimiento.
¿Cuántas Horas debe Dormir un Bebé?
Es de sobra conocido que un adulto necesita, de forma general, entre 7 y 8 horas de sueño para descansar y poder desarrollar su actividad de forma adecuada.
Pero, ¿cuántas horas necesita dormir un bebé?
Obviamente, desde el nacimiento hasta los 12 meses de vida, el número de horas de sueño y su distribución a lo largo del día es diferente.
Durante los 3 primeros meses de vida, el sueño ocupa la mayor parte del día. Son necesarias entre 16 y 18 horas al día de sueño, y únicamente se despiertan por necesidades vitales (por ejemplo, comer) o estímulos externos que lo incomoden (ruidos, etc.).
Poco a poco, el bebé permanecerá despierto más tiempo, por lo que su interacción con el mundo real cada vez será mayor. Esta interacción es importante para su evolución.
Por norma general, podría decirse que cada trimestre el bebé necesitará aproximadamente una hora menos de sueño. Es decir, 16 horas el primer trimestre, 15 horas el segundo, 14 el tercero y 13 hasta cumplir el año.
Mi bebé no Duerme: Lecturas Recomendadas
En la práctica, todos los padres nos hemos encontrado, más temprano o más tarde, con algún problema relacionado con el sueño de nuestros hijos.
Algunos no duermen las horas necesarias, otros se despiertan con demasiada frecuencia durante la noche, únicamente se duermen bajo ciertos estímulos (canciones, brazos, balanceos…).
En no pocas ocasiones el problema se ve agravado por el ritmo de vida de los padres, que necesitan aprovechar la noche para descansar. Esta falta de descanso va poco a poco limando la paciencia de los padres, cuya frustración acaba proyectada en sus hijos creando un círculo vicioso a veces difícil de superar.
En este sentido, puede decirse que han surgido 2 escuelas diferentes. Seguro que ya te suenan.
Una es la que viene representada por el pediatra Carlos González y su libro Bésame Mucho, o la psicóloga infantil Rosa Jové con su libro Dormir sin lágrimas.
La idea básica que subyace en sus libros es que los niños lloran por alguna causa, porque están sufriendo, y que dejarles llorar sin consuelo para conseguir que se acostumbren a dormir solos no es la solución.
Por el contrario, habría una segunda escuela representada por el doctor Eduard Estivill (director de la clínica del sueño Estivill) y su libro Duérmete Niño.
En este libro se defiende la idea de que el bebé debe aprender a dormir solo, evitando la tendencia al consuelo continuo (aunque el bebé llore desconsoladamente).
Ambas tendencias tienen sus seguidores y detractores pues, al final, el método elegido suele tener mucho que ver con el carácter y la forma de afrontar los problemas de los padres. Algunos tachan la primera tendencia de permisiva, mientras que otros consideran cruel la segunda.
Lo que sí es cierto es que, poco a poco, se han convertido en una lectura prácticamente obligatoria para padres: futuros y presentes.
Y tú, ¿has leído alguno de estos libros? ¿Te han funcionado?
Comparte tu experiencia dejando un comentario y no olvides compartir el artículo en las Redes Sociales.
Mi bebe no duerme las 8 horas seguidas en la noche y tiene 5 meses y en el dia duerme como 3 horas por que?
Estivill ya ha reconocido en una entrevista que su método no puede ni debe aplicarse a bebés, que su método es para mayores de 3 años. Para quien no lo haya leído, dejo aquí sus palabras al respecto:
«En el cerebro de los niños existe un grupo de células que es nuestro reloj biológico. Es el que nos indica que hemos de dormir de noche y estar despiertos de día. Como otras estructuras del cerebro de los niños, este reloj biológico es inmaduro al nacer. Por esto los niños duermen a trocitos y no pueden dormir de un tirón las horas nocturnas hasta los seis meses de edad. Las normas que explicábamos en ‘Duermete niño’ eran para los niños a partir de los tres años que tenían el denominado ‘insomnio infantil por hábitos incorrectos’. Estas norma no pueden ser aplicadas en los niños más pequeños por esta inmadurez de su reloj biológico. Hay que realizar otras rutinas respetando la lactancia materna a demanda para ir enseñando a este reloj biológico a sincronizarse con el medio ambiente y así llegar de seis meses con un sueño nocturno adecuado de unas once horas y tres siestas diurnas: una después del desayuno, una después de la comida y una después de la merienda. En nuestro libro ‘A dormir’ explicamos estos nuevos conocimientos científicos y damos las pautas adecuadas para que el niño, siguiendo la lactancia a demanda, pueda ir estructurando adecuadamente su sueño».
la verdad me alegra mucho saber que no soy la unica que no ha podido dormir por un buen tiempo,jejje, Nosotros tenemos un hermoso bebé de 11 mese y desde que nació se despierta a la noche para mamar, poco a poco se fue acostumbrandoa a no mamar pero dormía entre nosotros, el problema ahora es que no quiere dormir en la cuna,yo no he leído los libros pero probé durante una semana dejar que llorara, al principio era aguantar media hora y lo calmaba, lo dormía y al ponerlo en su cuna volvía a llorar (3 noches sin dormir!) de apoco le fui alargando el tiempo pero siempre pasaba lo mismo…lo que estoy probando esta semana es cena temprano, baño tibio, leerle un cuento, darle el pecho y ponerlo en la cuna apagar las luces, dejar el tele prendido en silencio y en un canal que no pasen nada interesante(ni divertido ni de miedo), explicarle que es hora de dormir y acostarnos!espero que funcione porque realmente dejarlo llorar toda la noche no fue nada facil ni para mi ni para el!
Hola Belén,
Gracias por dejar tu comentario. Tras leerlo, yo te recomendaría que leyeras el libro del Dr. Estivill, pues en él se explican ciertas pautas a seguir tanto en el previo a irse a la cama, como cuando llega el momento de dormir.
Verás entonces que la solución no es dejar llorar a un bebé durante media hora de repente, de forma tan brusca. Todo debe ser un proceso paulatino, sin cambios tan bruscos.
Y la televisión, yo intentaría no ponérsela tampoco. Al final, tendréis el problema de cómo apagarle la televisión sin que llore. En mi caso, para dormir un peluche y nada más.
Un saludo,
Daniel.
He leído el libro «Bésame Mucho» y me gustó mucho. Puede parecer permisivo aunque yo no lo creo. El otro libro no lo he leído y no creo que lo haga. Tengo un niño de dos meses y para qué os voy a contar cómo duermo, si ya todos lo sabéis. Le doy pecho y las horas en que pide suele ser irremediablemente variables. Un dia pide cada dos horas, otro puede estar 6 horas seguidas durmiendo… unas veces los cólicos, otras, que no expulsa el poco aire que le quedó en el estómago y está incómodo… el pobre muchas veces sólo consigue dormir en brazos (sospecho que por sentirse a gusto y la postura vertical en que le mantenemos). Pero es ¡tan pequeño! y, tan injusta esta sociedad que obliga a los padres a «educar» a un bebé por las necesidades que éstos deben cumplir en el trabajo…etc NO SON SUFICIENTES 4 MESES DE BAJA MATERNA y después se quejan que la Natalidad va en descenso…
Hola Verónica,
Totalmente de acuerdo contigo. 4 meses de baja materna son totalmente insuficientes. Solamente hay que mirar a otros países con mayor sensibilidad en este sentido, y las facilidades que se da tanto a madres como a padres para ocuparse de los más pequeños.
Desde luego que nos queda mucho camino por recorrer.
Un saludo,
Daniel.
Yo he leído los dos libros, para que no se diga que no me informé de todo antes de tomar una decisión. La verdad es que la decisión es visceral, no veo la necesidad de dejar llorar a un niño, y si tiene problemas graves para dormir, pues se consulta a un psicólogo, pero no se toma la decisión a la ligera de que llore hasta reventar, vomitar… Tengo un niño de 26 meses, y desde el principio a dormido muy bien. Si llora un poco (por cansancio o aburrimiento) no entramos. Si llora un poco más y le notas agobiado, entras, le hablas, le calmas y a dormir de nuevo. Con los mellizos de 5 meses por ahora igual, rutina de baño, biberón y unas caricias y palabras antes de dormir y no hay problema. Incluso si uno de los dos bebés no se consigue dormir, el otro le toca un poco con las manitas en la cara y se acaba calmando y durmiendo. Cada caso es un mundo, pero creo que dejarles llorar es un sufrimiento para ambas partes y yo no tengo ni tiempo ni ganas para sufrir así que prefiero que mis hijos no llores. A propósito, ninguno ha tenido que dormir en la nuestra cama, ni en brazos, ni cantándoles ni nada. Paciencia y ánimo para los que no han tenido esa suerte.
Gracias Eli por tu comentario. Lo cierto es que el método Estivill está rodeado por cierta polémica, pero si uno lee detenidamente el libro allí no se plantea en ningún momento «torturar» al bebé dejándole llorar porque sí, sin más. Es un proceso en el que avanzar poco a poco.
Simplemente una aclaración. Lo mejor, como en tu caso, es informarse adecuadamente y tomar una decisión…Y mucho sentido común!!!!
Un saludo,
Daniel.
Pingback: El bebe de cuatro meses | Papá en apuros
Un artículo muy interesante y sobre un tema clave. Es muy importante saben dotar al hogar de un ambiente relajado en el que el bebé se sienta tranquilo, seguro wue favorecerá a su descanso y a su sueño nocturno. Eso sí, hay factores que ya van en sus genes que le pueden hacer más o menos inquieto, más o menos estable en cuestiones como el sueño, y hay que ir trabajándolo.
despues de leer este articulo, me he acordado de las diferencias entre mis dos hijas. Tengo una hija que acaba de cumplir doce años y como es logico acaba de empezar el instituto ( este » maravilloso » invento de la ESO que lo unico que ha hecho es que nuestros hijos se salten dos años de infancia y ahora quieran ser como las chicas de quince años) y despues tengo un bebe que el domingo cumplira seis meses. la mayor desde que nacio, siempre ha sido comer y dormir y con ella jamas tuve una mala noche; pero con la pequeña lo que no he tenido aun ha sido una buena noche, desde que nacio ha sido llorar y llorar, tuvo cólicos y cuando los dejo siempre ha protestado ahora no llora tanto aunque tiene sus momentos , pero es que ahora se pasa todo el dia diciendo, ah, ah, ah y al final tambien se cansa. Con la mayor estaba todo el dia yo sola con ella y pocas veces estabamos con gente pero no estaba enmadrada, con la menor estamos mi marido mi hija mayor y para mas inri vivimos debajo de mis padres, osea que tambien los ve bastante amenudo y por el contrario no puede dejar de verme ni un segundo. EL QUE LO ENTIENDA QUE ME LO EXPLIQUE. No vienen con un manual debajo del brazo, vienen con un sudoku del maximo nivel. Gracias por peder un par de minutos conmigo. hasta la proxima.
Yo no he leído ninguno de los libros que recomiendas, cuando nuestro primer hijo nació nosotros tomamos la decisión de que él dormiría con nosotros. Y no tuvimos ningún problema. Por las noches si tenía hambre su madre simplemente se daba la vuelta y le amamantaba. Si tenía pesadillas, estábamos ahí con él para consolarle. Cuando nuestro segundo hijo nació, lo mismo, ambos durmieron con nosotros por algunos años.