Acaban de terminar las vacaciones de Navidad. Papá Noel y los Reyes Magos han visitado tu casa, y seguramente la de algún pariente, dejando regalos para tus peques.
¿Has hecho inventario de cuántos regalos por niño han recibido tus hijos? ¿Y cuántos recibías tú cuando eras pequeñ@? ¿El doble, el triple, el cuádruple? La pregunta directa es si tu hijo es 2X, 3X o 4X más feliz de lo que tú eras de niñ@.
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Todos Queremos lo Mejor para Nuestros Hijos
Esto es obvio. Todos los padres queremos lo mejor para nuestros duendes. La pregunta es si los padres de ahora sabemos bien lo que es lo mejor para nuestros hijos.
En una sociedad capitalista como la nuestra, la felicidad y los objetos materiales están íntimamente relacionados.
Es lógico que los padres, algo cegados, pensemos que si queremos que nuestro hijo sea feliz debemos de colmarle con la mayor cantidad de objetos materiales que se nos ocurran. Y más grandes. Y más caros.
Y también más nuevos, porque parece que si no es nuevo no merece la pena. Sin embargo, con tanta cantidad de juguetes, es lógico que muchos continúen prácticamente nuevos cuando los desechamos o regalamos. Precisamente, hoy en día, con la cantidad de posibilidades que tenemos de adquirir artículos prácticamente nuevos a mejor precio, como la web de OLX Clasificados gratis, ¿por qué seguimos despilfarrando de esta manera? Y más aún con la que está cayendo desde hace años…
¿De verdad sabemos lo que es mejor para nuestros hijos?
Dos Lecciones Erróneas que los Niños están Aprendiendo
Los niños extraen lecciones de cualquier experiencia vital, sea buena o mala. Así es nuestro proceso de aprendizaje. Vemos, oímos, vivimos, aprendemos.
Y los niños aprenden de las costumbres y tradiciones de la sociedad en la que viven. Y estas son algunas de las lecciones que un niño aprende por navidad.
1. La cantidad importa
Para un niño, 3 mejor que 2. Y 10 mejor que 7. Si tienes dos hijos puedes probar, por ejemplo, a hacerle 2 regalos a uno y 3 a otro. Da igual el tamaño. Da igual la calidad. Da igual siquiera si le gustan o no. La cantidad importa, y el que recibe menos sentirá celos de su herman@.
Una consecuencia atroz (desde mi punto de vista) de la vida moderna, es el hecho de que Papá Noel o Los Reyes Magos también visitan la casa de otros parientes para dejar regalos a tus hijos. Por si no tenían suficiente con lo que les han traído en tu casa, tienen que ir a otras a seguir recolectando.
Resultado: la cantidad de regalos puede multiplicarse fácilmente por 2 o 3, dependiendo de tus costumbres familiares y lo numerosa que sea tu familia.
Esta es una guerra que yo personalmente perdí con mi mujer desde el principio. Mi idea era que los mágicos personajes únicamente dejaran regalos para mis hijos en mi propia casa. Lo dicho, guerra perdida… a mi pesar.
2. No saben elegir
Esta, para mí, es una de las consecuencias más preocupantes.
Los niños de hoy viven en la más absoluta de las abundancias. Abundancia de comida. Abundancia de juguetes. Abundancia de ocio. Abundancia de todo.
Uno de los grandes problemas de la abundancia, es que uno se puede volver extremadamente perezoso. Y que tampoco te enseña a valorar distintas opciones y elegir. Si siempre tienes mucho de cualquier cosa a tu alcance, ¿para qué te vas a molestar en tratar de hacer una buena elección? Si te equivocas con la primera, tienes la segunda, y la tercera, y la cuarta…
Muchos niños hoy en día eligen sus regalos prácticamente por inercia. No me parece que se paren a pensar realmente qué es lo que quieren o les gusta más. Llegada la hora de escribir la carta a los Reyes Magos, tienen que poner 3, 4, 5 ó más juguetes en la lista.
Resultado: pedir por pedir… Cuando yo era pequeño, en mi casa solo entraba un regalo por navidad. A veces, compartido entre hermanos. Imagina lo bien que tiene que pensarse un niño lo que quiere, cuando sabe que solo le van a traer un regalo.
De aquí sí que sacarían buenas lecciones. ¿Y tú, crees que estás educando bien a tus hijos en este sentido? Deja tu comentario.