Tras el parto, comienza el período conocido como puerperio o cuarentena. Una intensa etapa de cambios fisiológicos en el cuerpo de la mujer que, después de albergar un ser vivo en su interior, tiene que recuperar su estado normal.
En la primera fase del puerperio, más concretamente a las 2 semanas de haber dado a luz, se realiza una visita a la matrona. Dicha visita tiene un claro objetivo preventivo e informativo.
Recogida de información y exploración física
De manera rutinaria, las matronas en esta visita se informan sobre el parto. En concreto:
- Si fue un parto natural o, por el contrario, se produjo por cesárea.
- Si es primípara o ya ha pasado por más partos.
- Si se realizó o no la episiotomía.
- Tipo de alimentación del bebé: lactancia natural, artificial o mixta.
En definitiva, se trata de que la matrona tenga una idea detallada de cómo fue el parto, si hubo o no complicaciones, y cómo están siendo estos primeros días tras él, desde el punto de vista tanto físico como psicológico.
La visita se completa con una exploración física. Básicamente, se trata de tomar la tensión, realizar una exploración vaginal, vigilar los puntos (episiotomía, desgarros, cesárea) y palpar el útero para ver su proceso de involución.
Los consejos de la matrona
Principalmente para madres primerizas, y al igual que ocurre con la primera visita al pediatra con el bebé, estas dos primeras semanas han servido para acumular muchas dudas que la matrona puede, en la mayoría de los casos, resolver.
Algunos de los consejos más comunes que podrás recibir de las matronas:
- Cicatrización de los puntos: lo mejor es utilizar simplemente agua y jabón aprovechando, por ejemplo, la ducha diaria. Después del secado, puede utilizarse aceite de rosa mosqueta, que estimula la regeneración de la piel.
- Cuidado de la piel: utilizando, por ejemplo, cremas reafirmantes para el pecho (cuidado con las cremas que contienen cafeína), tripa y muslos.
- Lactancia: comentará cómo evitar la aparición de grietas en los pezones (colocando de forma correcta al bebé en el pecho, aplicando algo de leche al acabar la toma, secándolos al aire), evitar la aparición de bultos en el pecho (colocación del bebé, vaciado de los pechos, ropa, posición al dormir) que puedan degenerar en una mastitis, ingerir mucho líquido para favorecer la producción de leche, mantener una dieta equilibrada, etc.
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Por último, comentar que una vez que vuelva la menstruación (un par de períodos, por ejemplo), es recomendable acercarse a realizar una revisión ginecológica general.
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